Deja que la vida te lleve de la mano y te sorprenda.
Estoy en esos momentos de la vida, donde se me presenta una encrucijada. Muchos, si les contara mi caso, tendrían muy claro qué hacer, pues el paso a dar es un salto al vacío; es dejar que la vida te lleve de la mano y te sorprenda. ¿Nos dejamos sorprender por ella? ¿Confiamos ciegamente que ella nos trae y traerá lo mejor para nuestras vidas? Viendo nuestros comportamientos y decisiones, más bien controlamos y nos negamos a soltar, a confiar; nos negamos a sentir-nos.